El caso Cassez-Vallarta no sólo ha traído un incidente diplomático entre Francia y México, sino que aparece como el principal testimonio de un sistema de justicia en el que no se puede confiar. Este es el tercer premio Alfaguara para nuestro país y ha caído en Jorge Volpi.
Ciudad de México, 3 de febrero (SinEmbargo).- “A veces la mejor forma de empezar una historia es con otra. Para narrar el enrevesado periplo de Israel Vallarta y Florence Cassez, los protagonistas de esta novela documental o de esta novela sin ficción, primero necesito dirigir la mirada hacia un personaje en apariencia secundario: su nombre es Valeria Cheja Tinajero, acaba de cumplir 18 años –los ecos de sus celebración resuenan todavía en sus oídos- y estudia en una Preparatoria privada y laica de la Ciudad de México, el Colegio Vermont”. Así empieza el reciente Premio Alfaguara de novela 2018, Una novela criminal, de Jorge Volpi (Ciudad de Mexico, 1968).
Este premio dotado con 175.000 dólares y una escultura de Martín Chirino, que el presidente del jurado Fernando Savater calificó de “un fascinante relato sin ficción”, relata el caso Cassez-Vallarta, que durante años conmocionó a la sociedad mexicana y llegó a generar un incidente diplomático entre Francia y México.
“Estoy muy emocionado por mí y también por lo que significa para la historia que cuenta este libro y yo creo que eso es lo más significativo para mí en esta ocasión”, dijo Jorge Volpi.
“Este es un libro muy distinto a todo lo que he escrito anteriormente, aunque debo decir que este tema de la verdad y la imposibilidad de acercarse a la verdad coincide con muchas otras preocupaciones anteriores que se remontan por lo menos a En busca de Klingsor”, afirmó.
Esta novela sin ficción, entre periodismo y literatura, con apego a los hechos reales para el caso Florence Cassez e Israel Vallarta, relata “cuando en la mañana del 9 de diciembre de 2005 Televisa y Televisión Azteca empezaron la transmisión, en vivo, de la captura de dos peligrosos secuestradores y la liberación de tres víctimas”, dijo Volpi.
“A partir de ahí la historia se convierte en una historia de ficción, construida por las autoridades, por los funcionarios públicos, y que comprueban que es muy difícil saber qué pasó en esa mañana extraña. Es un caso que me interesó por ser una historia franco-mexicana. Gracias a la labor de las periodistas Juli García y Denisse Maerker, terminamos por saber que se trataba de un montaje televisivo organizado por las propias autoridades”, agregó.
LA HISTORIA DE CASSEZ
Florence Cassez, una rubia preciosa nacida en París, tenía entonces 33 años. Junto con Israel Vallarta tuvieron que enfrentar cargos por el delito de secuestro y delincuencia organizada por su presunta participación en al menos siete secuestros.
La banda de secuestradores operaba bajo el nombre de Zodíaco, a la que la Procuraduría General de la República adjudicaba 10 secuestros en el Distrito Federal y los vinculaba con un homicidio. Los rumores les asignan 15 plagios, todos y cada uno de ellos por un monto aproximado de medio millón de dólares, unos 5 millones de pesos mexicanos.
El 9 de diciembre de 2005, a los dos días de llevarse a cabo el operativo de captura de los presuntos delincuentes en el Rancho Las Chinitas, al sur del Distrito Federal, tuvo lugar una recreación del mismo para que pudiera ser transmitido por la televisión abierta. En el vendaval de cámaras y micrófonos con que atiborraron a la francesa, perdió el trabajo el periodista Pablo Reinah, quien fue despedido por Televisa luego de que los padres de Florence dieran a conocer el montaje televisivo.
El 10 de febrero de 2006 el gobierno mexicano aceptó que se trató de una recreación del rescate, pero argumentó que fue por solicitud de un par de reporteros. Un año después de haber sido despedido de Televisa, el reportero Pablo Reinah logró una victoria frente a la empresa para la que trabajó durante una década al concluir la averiguación de la Procuraduría General de la República (PGR), que establece que las autoridades federales le ocultaron información al periodista, al no advertirle que la detención de tres presuntos secuestradores, se trató de un “montaje” para la televisión.
En defensa de su labor profesional, Reinah interpuso, el 14 de febrero de 2006, una queja ante la CNDH para que se investigaran los hechos, al considerar que su imagen y honorabilidad resultaron afectadas. En la queja, Reinah subrayó: “No acepto ni acepté ni aceptaré haberme prestado a un montaje”.
Mientras tanto, Florence Cassez, a quien sus detractores muestran como una mujer desalmada que fuera capturada por los policías cuando estaba a punto de anestesiar a un muchacho para amputarle un dedo, se valió de este episodio de opereta para quejarse ante su consulado y denunciar irregularidades en su detención.
Los gritos de inocencia llegaron hasta al mismísimo presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, quien envió a México al famoso abogado Franck Berton, experto en resolver casos intrincados como el de Cassez, detectando sobre todo irregularidades en los procedimientos policiales. Los analistas políticos mexicanos coinciden en que el caso había puesto en un riesgoso nivel de tensión las relaciones diplomáticas entre Francia y México. Berton aseguraba que su compatriota era inocente.
LA HERMANA DE ISRAEL VALLARTA
Fue Guadalupe Vallarta una de las personas que más ha ayudado a Jorge Volpi a hacer su novela. Eso y la lectura de los expedientes, más los libros que sobre el caso Cassez se han publicado.
Nombró a algunos, entre ellos a José Reveles, a Emmanuel Steel y a Luis de la Barreda. Los dos primeros acompañaron a Jorge Volpi y lo felicitaron por su premio.
“Cuando por una sentencia del ministro Arturo Saldívar , que retoma la ministra Olga Sánchez Cordero, liberan a Florence Cassez, la historia no acaba ahí, porque a pesar de que ella salió de la cárcel, con enorme polémica y vive en Dunquerque, Francia, Israel Vallarta sigue en la cárcel, en una prisión de alta seguridad, 12 años después del caso, sin tener sentencia de primera instancia. Es un caso que tiene repercusión hasta nuestros días y por eso la publicación de mi libro tiene mucho que ver”, dijo Jorge.
“El caso siempre me interesó, pero no fue sino hasta leer el magnífico libro de Emmanuelle Steel, El teatro del engaño, cuando realmente cobré consciencia de la hermosa investigación periodística llevada a cabo por Emmanuelle; ahí me di cuenta de que se podía contar de otra manera esta historia tan enrevesada, tantos personajes complejos, a veces difíciles, terribles, inocentes…era necesario contarla desde mi propia perspectiva, tanto de la realidad como de la literatura. Era necesario contarla como si fuera una novela, aprovechando los recursos propios de la literatura, pero sin traicionar nunca los hechos”, agregó.
“Este libro, por otra parte ha sido mi regreso al derecho, yo hacía 20 o 25 años que no leía un expediente judicial y ahora tuve la oportunidad de leer 15 mil páginas de este expediente. Y por supuesto esa parte de abogado regresó a mi vida de manera excepcional”, afirmó.
Guadalupe Vallarta ha sido llamada por Jorge Volpi una verdadera heroína de esta historia. No sólo le permitió leer los expedientes, sino que con una paciencia y un tesón excepcionales se ha dedicado a defender a una familia entera. “A partir del 2009, cuando se politiza el caso, no sólo Israel termina en la cárcel, sino gran parte de su familia, sus hermanos y sus sobrinos. Un hermano y un sobrino han salido ya de la cárcel, en gran parte a la labor de Guadalupe”, contó Volpi.
“Estoy de acuerdo con el meollo de la sentencia de Saldívar que dice que esta escenificación ajena a la realidad impide conocer la verdad y por lo tanto tiene que aplicar la presunción de inocencia y tiene que defenderse el debido proceso. Eso permitió que Florence Cassez estuviera fuera de la cárcel y ese mismo procedimiento debería liberar a Israel Vallarta”, expresó.
“Yo decía por la mañana que este género está muy ligado a casos criminales (Truman Capote, Norman Mailer, Emmanuel Carrere), los autores investigaron el caso para saber cómo eran las personas que ellos sabían que eran culpables, porque confiaban en la verdad judicial de su sistema. Eso fue una de las diferencias en este caso. Aquí es al contrario. Uno de los problemas es que es imposible confiar en el sistema judicial mexicano. Nos impide saber incluso qué pasó ese día y eso contamina todo el proceso”, reveló.
Jorge Volpi espera con este libro sacudir el juicio para que Israel Vallarta quede en libertad. “Espero que esto haga que Israel, que lleva 12 años en una prisión de máxima seguridad, sin sentencia de primera instancia, cambie su situación. Esto no puede ser. Y uno lo sabe por la manera en que se manejó el caso, no es un caso excepcional”, afirmó Jorge Volpi.
Un juicio a Televisa, un juicio a Televisión Azteca y un juicio a nuestro sistema de medios propone Una novela criminal.
“No es una cuestión de una empresa sino de cómo funcionan los medios de comunicación en nuestro país lo que hace todavía más difícil un sistema de justicia. Por supuesto me parece un avance importante la concreción de un sistema acusatorio oral, que impide lo que pasó con los expedientes ahora, llena de manipulaciones”, precisó el escritor.
“Desde que decidí contar la historia, me di cuenta de que el libro no sólo era para hablar de personajes como Florence Cassez o Israel Vallarta, sino para pintar a un México impedido de justicia”, agregó.
La novela sin ficción de Jorge Volpi está narrada en una primera persona que intenta ser muy poco intrusiva, para que el lector pueda sacar sus propias conclusiones.
El Premio Alfaguara tiene una suma de 175 mil dólares (142.000 euros) y parte de ese galardón “irá a una institución que defiende el derecho, todavía no sé cuál”, afirmó el escritor galardonado.